Aunque muy a su pesar, la Iglesia Adventista del Séptimo Día organizada es la iglesia visible y militante de las Sagradas Escrituras y el Espíritu de Profecía... pero la verdad tiene ese efecto, cuando no gusta... incomoda.
El tema polémico del 2010 en el adventismofue: “El Espíritu Santo no es Dios”. Losantitrinitarios acapararon nuestra atención con sus ideas retrógradas y trasnochadasacerca de la trinidad.
Ellos están convencidos que la trinidad no es bíblica y que Elena White no creía en esta doctrina. También piensan que los “verdaderos adventistas” deben separarse de la iglesia organizada porque ella ha apostatado la “fe de nuestros padres”. Adicional a esto, son muy descorteses y faltosos cuando un adventista se les resiste, porque en la opinión de los antitrinitarios, sólo ellos son dueños de la verdad.
Cada vez que sostenemos una conversación, se esmeran en convencerme que a través de la historia, el grupo minoritario siempre ha tenido la razón. Es decir, que en cuestión religiosa, la opinión de la mayoría siempre está equivocada y sólo la minoría (que dicen ellos, son perseguidos, maltratados yvilipendiados como Cristo lo fue) están en la verdad. Por supuesto, losantitrinitarios piensan que ellos son la minoría santa y que nosotros, los adventistas de verdad, con nuestro nombre en la iglesia organizada, somos lamayoría pagana.
Malas noticias para los antitrinitarios, estas ideas no son aplicables sólo a ustedes. También los “Adventistas de la Reforma” son minoría. Los “Davidianos del Séptimo Día”, los “Adventistas de la Vara del Pastor”, los “Israelitas del Nuevo Pacto” en Perú que salieron de los adventistas, y así la lista se torna interminable. Todos ellos son minoría y sostienen siempre lo mismo. Que ellos son los predicadores de la verdad.
¡Por favor! Esto resulta ridículo porque, o los reformistas tienen razón o losantitrinitarios, pero no ambos. ¿A quién creer? Desde luego, ellos me dirán que tengo que creer en la Palabra de Dios. Sí claro. Pero díganme algo más concreto, porque si de los libros de Moisés se trata, las tres religiones más grandes del mundo están divididas. Y la verdad es que no tengo que creer precisamente en la Palabra de Dios, sino en la interpretación que ustedes dan a la Biblia y esto ya es diferente.
Aunque muy a su pesar, la iglesia adventista del séptimo día organizada es laiglesia visible y militante de las Sagradas Escrituras y el Espíritu de Profecía. Es el pueblo de Dios organizado del tiempo del fin. Y aquí, mis amigosminoritarios, pueden argumentar cuanto deseen y como quieran (como de seguro lo harán en algunos blogs), pero la verdad tiene ese efecto, cuando no gusta... incomoda.
El enemigo de Dios centrará sus ataques en esta iglesia. No pretenderá engañarnos sólo atrayéndonos a la mundanalidad, sino a la tergiversación de las Sagradas Escrituras. Eso explica claramente por qué en los últimos años han emergido tantas ramificaciones en el adventismo como días tiene el año. Y por supuesto, en ellas los antitrinitarios están incluidos.
Por eso me pronuncio ante mis lectores sean adventistas o no. Al final de cuentas, este sólo es un Blog. Lo verdaderamente importante es tu salvación. A estas alturas del partido, los adventistas debemos saber discernir por qué un antitrinitario está errado y por qué un Davidiano del Séptimo Día también. En términos generales, los antitrinitarios seguirán diciendo que son la minoría de la verdad y que por eso son perseguidos. Que a causa de su profesión de fe existen Blogs en internet como los míos, que en la opinión de ellos, mancillan la tan anhelada verdad que en la práctica deforma sus buenos modales y maneras.
Pero eso importa poco, tú persevera en lo que has creído y sigue a Jesúsindependientemente de lo mucho que los grupos minoritarios griten y dramaticen su menuda interpretación de la Biblia. Sigue al Espíritu Santo, que en el momento en que más lo necesitamos, es negado desde dentro, por los que debíamos pedir su presencia para predicar el evangelio.An
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