martes, 9 de noviembre de 2010

Cuando los hijos quieren dormir con los padres


LUNES 8 DE NOVIEMBRE DE 2010
Una de las preguntas más frecuentes que hacen los padres de niños pequeños es si conviene que los niños duerman en la cama matrimonial y qué se puede hacer para evitarlo. La doctora Annie de Acevedo, psicóloga colombiana, especializada en problemas de aprendizaje y psicología, autora de varios libros dirigidos a padres y maestros señala que esta es la inquietud más frecuente entre los padres...Continúa...

“Es un hecho que a los niños, sobre todo a los más pequeños, les encanta dormir en la cama de los papás. No hay nada más atractivo para un niño que la cama de sus papás y, por eso, sí hay que dejar que vengan a ella de vez en cuando. Es delicioso que la familia comparta alrededor de la cama de los papás temprano en la mañana o antes de acostarse, pero no se debe desarrollar la costumbre de que los niños duerman en ella, pues esto puede enviarles varios mensajes equivocados. En primer lugar, que no pueden dormir solos. En segundo lugar, que necesitan estar con los papás a todo hora, y en tercer lugar, que son intrusos en la relación de sus papás. Ninguno de estos mensajes es bueno para ningún niño. Los dos primeros refuerzan la dependencia y el tercero los hace sentir culpables”, señala la especialista.

Ella considera que no hay nada más fácil que caer en la rampa de que el niño duerma con sus papás solo a veces, en situaciones especiales. Ella considera esto como una trampa porque pudiera convertirse en un hábito de forma muy rápida. Aconseja que desde muy pequeño el niño aprenda a dormir solo en su habitación pues si no se logra establecer el hábito y el hijo se pasa con frecuencia a la cama matrimonial, habrá que sacarlo de ella de manera cariñosa, pero firme. Se debe llevar de vuelta al niño a su cama y acompañarlo por un rato si fuera del caso, pero no permitirle que se quede toda la noche en la cama de los papás. “Este es un proceso lento pues el niño va a tratar de que lo dejen quedarse; por eso, durante el día hay que reforzarle el mensaje de que él puede dormir solo en su cama y que va a estar bien. Es importante preguntarle qué necesita para sentirse más tranquilo en su cama”, aconseja la doctora Acevedo.

Ella también considera pertinente el hablar con los hijos sobre sus temores nocturnos y sobre lo que sienten en la noche para validar sus sentimientos y, al mismo tiempo, darle la seguridad de que va a estar bien. “Cuando el hábito de dormir con los papás se extiende por mucho tiempo es más difícil convencer al niño de que duerma en su cama. En algunos casos habrá que acudir a estímulos tangibles como premios y privilegios que irá ganando a medida que logre pasar la noche solo”, anota.

En cualquier caso, como en todo, lo importante es perseverar

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