“Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: si alguno que quiere venir en pos de mí, niéguese
así mismo, tome su cruz y sígame”. Mateo 16:24. Algunas
personas creen que ser cristiano es solo aceptar a Jesús, ir unos momentos a la
iglesia, evitar los problemas y practicar algunas creencias. La vida cristiana
es mucho más que eso.
En primer lugar, se necesita tener una relación más profunda con Dios y
una experiencia personal con Jesús a través del estudio diario de su Palabra y
la oración secreta. En segundo lugar, hay que renunciar a todo aquello que
alimenta nuestro ego y estar dispuesto a dar todo por el amor de Dios. Ser
cristiano significa una entrega total a Dios y requiere de la renuncia del yo.
Los discípulos de Cristo estuvieron dispuestos a dar hasta sus propias
vidas con tal de hacer la voluntad de Dios. Según la tradición y una
investigación extrabíblica comentada por el historiador llamada Schumacher,
relata la historia de cómo los discípulos y otros seguidores de Jesús murieron
por causa del evangelio. Por ejemplo:
Mateo, murió hachado en
una ciudad distante de Etiopía.
Marcos, murió en
Alejandría, después de haber sido cruelmente arrastrado por las calles de la
ciudad.
Lucas, fue colgado de un
olivo para ser ahorcado en la clásica ciudad de Grecia.
Juan, fue puesto en una
caldera de aceite hirviendo pero se libró de la muerte milagrosamente, y en la
isla de Patmos fue marcado con un hierro candente.
Pedro, fue crucificado
en Roma con la cabeza hacia abajo.
Jacob, fue degollado en
Jerusalén.
Santiago el menor, fue
arrojado de lo alto del templo y golpeado, y así murió.
Bartolomé, fue degollado
vivo.
Andrés, fue atado a una
cruz y de allí predicó a sus perseguidores hasta que murió.
Tomás, fue atravesado
por una lanza, en la india.
Matías, primero fue
apedreado y luego decapitado.
Bernabé de los gentiles,
fue apedreado y muerto en Salónica.
Pablo, después de sufrir
torturas y persecución, fue decapitado en Roma por el emperador Nerón.
Todos estos personajes hicieron historia, dieron tiempo, talento, dinero
y sus propias vidas. Se negaron así mismos, llevaron la cruz de Cristo y
siguieron al Señor hasta la muerte. ¿Qué significa negarse así mismo? Significa
estar dispuesto a hacer la voluntad de Dios y renunciar a nuestra voluntad. Es
dejar de agradarme a mi mismo, hacer lo que a mí me gusta para poder hacer
solamente lo que a Dios le agrada.
Lamentablemente, el cristianismo de hoy carece de entrega, compromiso y
sacrificio por el Señor. Hay creyente que por cualquier problemita que tengan,
ya no quieren seguir adelante en la vida cristiana. Tristemente, vivimos en
tiempos en donde muchos cristianos son indiferentes en hacer la obra de Dios.
Es doloroso ver congregaciones muy frías en su vida y trato espiritual, son muy
pasivas en el compromiso de evangelizar y ganar almas para Cristo.
Si quieres mejorar tu estado espiritual y tu compromiso total de
consagrarte al Señor, de hacer la obra de Dios, de servir a la iglesia y a tu
prójimo, este es el mejor momento para que te evalúes y respondas a estas
preguntas.
1.
¿Eres tú una de las personas que fácilmente se desanima cuando tienes algún
problema?
2. ¿Cuánto tiempo dedicas al día para estar a solas con Dios?
3. ¿Eres un cristiano muy activo en las actividades de tu iglesia?
4. ¿Eres uno de los creyentes que solo va a la iglesia el Sábado por la
mañana?
5. ¿Eres fiel en devolverle a Dios los diezmos y las ofrendas?
6. En lo que tienes de ser cristiano, ¿cuántas personas has evangelizado
y las has llevado a los pies de Cristo?
El camino de la vida cristiana nunca ha sido fácil para aquellos que
tratan de ser fieles a Dios. Los que trabajan y dedican tiempo para compartir
el evangelio con otros siempre serán atacados por el enemigo. El diablo no
pierde el tiempo con aquellos que no se preocupan por mejorar su vida
espiritual ni se inquieta por los creyentes que no hacen nada por el Señor.
Los discípulos antes de conocer a Cristo, nunca se imaginaron que sus
vidas iban a terminar como mártires por amor a Cristo. Su entrega a Jesús fue
total, sin reservas y dieron lo mejor de sus vidas por causa del evangelio.
Dios te está llamando para que tú también seas un seguidor de Cristo y que
durante el día, no permitas que nada ni nadie te separe del amor de Dios. Que
con la ayuda del Espíritu Santo, puedas ayudar a otras personas a que conozcan
de la bendita gracia del Señor Jesús. Que al iniciar este nuevo día tú puedas
entregarte totalmente a Dios y te conviertas en in instrumento de bendición
para Dios.
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