jueves, 18 de agosto de 2011

¿Qué vino Bebió Jesús?



J esucristo bebía vino, y eso puede chocar algunos bautistas". Esa declaración – de que Jesús usaba bebida alcohólica - fue hecha por el evangelista Billy Graham durante una convención de los bautistas del sur de los Estados Unidos, en Filadelfia, hace algún tiempo. Que sepamos, esta aseveración nunca fue contestada; el silencio es sorprendente y chocante.

Los hechos, sin embargo, son estos: Jesús produjo milagrosamente vino en las bodas de Caná. La palabra vino, sin embargo, no implica necesariamente bebida fermentada. Significa apenas un producto de la viña. Se puede encontrar una analogía en el uso corriente de la palabra cidra, que tanto indica la bebida fuerte como la exenta de fermentación. Cristo ciertamente se refería al vino no fermentado cuando dijo que "nadie pone vino nuevo en odres viejos". En la Versión Septuaginta de la Biblia, la palabra hebraica para jugo de uva, tirosh, es traducida por lo menos 33 veces por la palabra griega oinos, vino, y el adjetivo "nuevo" no está presente. Oinos, por lo tanto, claramente puede representar un producto no-fermentado en el Nuevo Testamento.

Es inconcebible que nuestro Señor, después del recibimiento del Espíritu, haya producido en Su primer milagro intoxicantes, principalmente lo que representa el mayor oponente de la vida del Espíritu. "No se embriaguen con vino, pues eso será la perdición de ustedes. Al contrario, queden llenos del Espíritu de Dios" (Efesios 5:18; La Biblia Hoy). También no se puede admitir que haya preparado vino fermentado, esto es, corrompido, para las bodas de Caná. El Señor de la vida en ninguna hipótesis iría a producir algo que tuviese tal característica. Eso arruinaría el gran símbolo de la Comunión. "Ustedes anuncian la muerte del Señor", dijo Pablo refiriéndose al vino tomado durante la Santa Cena (I Cor. 11:26). La muerte del Señor difería de todas las otras muertes en razón de que Su cuerpo no sufrió "corrupción". Su cuerpo, soma, no se volvió un cadáver, ptoma (Hechos 2:27-31). La palabra ptoma no es mencionada ninguna vez en las narrativas de la pasión y muerte de nuestro Señor.

Descubrimientos hechos por la moderna Fisiología dejan perfectamente claro el contraste entre la copa del Señor y la copa de los demonios! Nada podría tipificar más adecuadamente el poder de Cristo que comunica vida en el trigo y la uva, alimentos considerados completos. El fruto de la vid contiene los delicados elementos que, en nuestros días, son considerados esenciales para la sobrevivencia y desarrollo del organismo. El contenido general de la uva es el siguiente: 2,8% de albúminas; 83,7% de carbohidratos; 1,2% de ácidos y extractos; y 2,3% de sales minerales. La fermentación destruye 98,5% de las albúminas, 98% de los carbohidratos, 47% de los ácidos y extractos y 76% de las sales minerales. La vida se agota. La soma de la uva se vuelve una ptoma, un cadáver líquido.

¿Podría Jesús, el Creador, haber fabricado una bebida destructiva al venir en la carne? En Su vida humana, hay dos momentos en que empleó Su poder creativo - al crear vino en Caná y al crear pan para alimentar a los hambrientos al pie de la montaña. ¿Habría creado El pan percán? ¿Habría creado peces podridos? ¿Habría creado vino fermentado? Sería increíble...

¿Qué decir de la recomendación de Pablo a Timoteo para que usase un poco de vino por causa de su estómago? Ningún remedio mejor podría ser indicado para ayudar a la digestión de Timoteo y resolver sus problemas estomacales (ver I Tim. 5:23) que el jugo de la uva. El azúcar contenido en la uva es una substancia que pasa directamente a la circulación sin requerir digestión. Fuera de esa substancia, favorable en esos casos, el alcohol también pasa inalteradamente a las células del organismo, destruyendo las defensas lipóides y demostrando afinidades letales, especialmente para los tejidos nerviosos. Así nuevamente tenemos el duelo entre la uva que transmite vida y el alcohol que transporta la muerte.

El alcohol reduce el calor orgánico. No tiene ningún provecho para la actividad, pues no puede ser utilizado para el trabajo muscular. En lugar de ayudar a la actividad, reduce el tiempo de reflejo en todos los sentidos. No tiene valor medicinal. Ha sido factor preponderante en todo tipo de enfermedades y es la única y directa causa en muchas de ellas, especialmente las de naturaleza mental. Acorta la vida conforme se demuestra por una cantidad de conclusiones de estudio.

Cómo podría Jesús, en quien estaban todos los tesoros de la sabiduría, desconocer tales hechos ? Cómo podría El llegar a fabricar y a hacer uso de vino fermentado ? "El debe haber sido meramente un producto de Su época"! Es a ese problema teológico que nos lleva el mal empleo de la historia de Caná de la Galilea.

El vino que Jesús proveyó para la fiesta de Caná, y que ofreció de el a los discípulos como símbolo de Su propia sangre, era el puro jugo de la uva. Fue Jesús que, en el Antiguo Testamento, hizo esta advertencia al pueblo Israelita: "El vino es escarnecedor, y la bebida fuerte alborotadora; todo aquel que por ella es vencido, no es sabio" (Prov. 20:1). Fue El mismo que prescribió abstinencia a la madre de Sansón (Jueces 13:3-4,14). Cristo no contradice Sus propias enseñanzas.

El Vino en el Antiguo Testamento.
Tres vocablos distintos son empleados en el Antiguo Testamento para designar tres especies de vino.

1.- Yayin - Gen. 9:21.-
Es el más usado, porque aparece nada menos que 140 veces. Esta palabra es empleada indistintamente sin considerar si el vino es fermentado o no.

2.- Tirosh - Deut. 12:17.-
Es empleado 38 veces. Al contrario de la palabra anterior, esta indica que el vino no es fermentado. Algunas veces es traducido como vino nuevo o mosto.

3.- Shekar - Prov. 31:6.-
Tiene el significado negativo y normalmente es traducida por bebida fuerte. Los escritores del Antiguo Testamento la emplearon 23 veces. "Dad bebida fuerte (shekar) a los que perecen, y vino (yayin) a los amargados de espíritu".
Sería interesante hacer notar que en la Septuaginta (traducción del hebraico para el griego, hecha por setenta sabios judíos) la palabra "oinos" fue empleada para traducir las hebraicas Yayin y Tirosh, pero nunca para Shekar o bebida fuerte.
El Seventh-day Adventist Bible Dictionary, en la página 1.150 declara con mucha propiedad:

"Aarón y sus hijos, los sacerdotes, fueron estrictamente prohibidos de beber vino o bebida fuerte al entrar en el tabernáculo para ministrar delante del Señor (Lev. 10:9). Los nazareos eran igualmente prohibidos de usar vino mientras estuviesen debajo del voto (Num. 6:3,20; confiera con Jue. 13:4-7). Los recabitas vivieron un ejemplo digno de notar de abstinencia permanente de vino, adhiriendo estrictamente al mandamiento de su ancestral, Jonadab, para abstenerse de él (Jer. 35:2, 5, 8, 14). El libro de Proverbios está repleto de advertencias contra la indulgencia con el vino y las bebidas fuertes (Prov. 20:1; 21:17; 23: 30-31; 31:4, etc.). El vino se burla de aquellos que lo usan (Prov. 20:1), y los recompensa con ayes, dolores, luchas y heridas sin causa (Prov. 23:29-30). "Al final morderá como una serpiente, y picará como un basilisco" (verso 32). El profeta Isaías declaró: "Ay de los que son héroes para beber vino, y valientes para mezclar bebida (Isa. 5:22). Daniel y sus compatriotas dieron un digno ejemplo al recusarse a beber el vino del rey (Dan. 1: 5, 8, 10-16). Al ayunar posteriormente, Daniel se abstuvo de carne y de vino (Dan. 10:3).

Vino en el Nuevo Testamento.
Las referencias al vino en esta segunda parte de la Biblia son más escasas que las que encontramos en el Antiguo Testamento. Los escritores del Nuevo Testamento también emplearon tres vocablos griegos, que pueden ser traducidos para nuestra lengua por vino.
1.- Oinos
Es la más usada de las tres. Aparece 36 veces. Tiene el mismo significado de Yayin en el hebraico y la Septuaginta también la traduce como Tirosh.

2.- Síkera
Esta palabra aparece apenas una vez en Luc.1:15 donde dice que "Juan Bautista no bebía vino (Oinos) ni bebida fuerte (Síkera)".

3.- Gléukos
Esta palabra también aparece una única vez en Hechos 2:13 donde dice que "otros burlándose decían: están llenos de mosto (Gléukos)".

El Vino Usado por Jesús en la Última Cena.-
Podemos afirmar con certeza absoluta que el vino usado por Jesús en esta ocasión no era fermentado. Esta afirmación es concluyente de la Biblia por lo siguiente:
En la ceremonia de la Pascua no debía haber fermento en ningún compartimiento de la casa, ya que este es el símbolo del pecado. Si los panes ázimos no contenían ningún fermento, como el propio nombre lo indica, es fácil concluir que el vino también no podía contener fermento. La lectura de los siguientes pasajes nos llevan a esta conclusión: Gen. 19:3; Exo. 13:6-7; Lev. 23:5-8; Luc. 22:1. Tanto el vino de la cena como el de las bodas de Caná de la Galilea no era fermentado, porque Jesús jamás aceptaría usar aquello que tan fuertemente es condenado en la Biblia.
Todas las Iglesias tradicionales conservan la costumbre de usar vino sin fermento para simbolizar la sangre de Cristo, ofrecida por nosotros en la cruz, para remisión de nuestros pecados.
Jesús no iría, de ninguna manera, sancionar el uso de vino intoxicante. De ninguna manera...

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